Yo empecé a pintar cuando mi abuelita empezó a perder la memoria. 100 años de la masacre de Napaalpí
La exposición se enmarca en una línea programática del MNBA asociada a una mirada de valoración a los Derechos Humanos y como un proyecto que constituye un momento de reflexión sobre las historias de memorias de nuestra región y territorios, de sus comunidades y sus pueblos originarios. Esta muestra trae a la memoria activa un violento capítulo del país trasandino, recuperado para su trascendencia y transmisión a las futuras generaciones.
Mediante diversas obras desplegadas desde relatos en primera persona que interrogan los recuerdos, a través del dibujo y la pintura se indagan las memorias de la Nación Qom en una secuencia de propulsión del recuerdo, trasladado a la expresión artística de Fiorella Anahí Gómez perteneciente a esta comunidad. Fiorella comienza a pintar su historia familiar cuando su abuela Matilde (sobreviviente de la masacre Qom) le abre la narración de esta tragedia, ante su noción de la pérdida de memoria. Así también comienza un proceso de recuperación de la lengua originaria. La muestra incorpora a Camila Barcellone y Paola Ferraris en una trilogía colaborativa; con el acompañamiento afectivo de Kekena Corvalán en el ejercicio curatorial, desde una vinculación establecida como colectividad.
“Para el MNBA ser parte de este emotivo encuentro constituye uno de sus principales objetivos, no solo para fortalecer los lazos entre artistas e instituciones en la región, sino también para mantener la memoria viva en las nuevas generaciones Este ha sido nuestro foco de atención durante estos últimos dos años, abrir un museo en el cual las diversas expresiones artísticas y comunidades se sientan también acogidas y donde el debate constructivo aporte al desarrollo de la democracia cultural”, señala Varinia Brodsky, directora del Museo Nacional de Bellas Artes.
Por su parte, la curadora Kekena Corvalán expresa desde la horizontalidad de los vínculos de este programa expositivo: “Nos colma de gratitud sabernos y sentirnos en un Museo como éste, que propone una mirada particular sobre las tensiones entre arte moderno y contemporáneo, arte chileno y resto del mundo, orígenes, pervivencias y devenires; curadurías, afectividades e intensidades e historiografías que buscan y rebuscan para ampliar y desmarcar. Para nosotras, el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile propone una aproximación al arte como punto de encuentro, desde su potencial crítico y sensible, su construcción de diálogos con las comunidades, las identidades y las memorias”, concluye.
Conversatorio inaugural – jueves 30 de enero 17:30 horas | Salón Jose Miguel Blanco (sin inscripción): En el marco de la inauguración de la muestra se realizará un encuentro con la participación de las artistas Fiorella Anahí Gómez, Camila Barcellone y Paola Ferraris y la curadora Kekena Corvalán. Esta conversación culminará con una interpretación de Fiorella Anahí Gómez.
Acerca de la Masacre de Naapalpí
El 19 de julio de 1924, en el territorio del Gran Chaco, Argentina, ocurrió un violento episodio en el que fueron asesinados cientos de trabajadores de las comunidades Qom, Mocoit y Vilela. Estos hechos se enmarcaron en un contexto de restricciones territoriales y laborales impuestas a las comunidades indígenas, quienes vivían en condiciones precarias y enfrentaban limitaciones en derechos fundamentales como la educación y la salud.
Durante 1924, las comunidades llevaron a cabo huelgas pacíficas en demanda de mejores condiciones de vida, incluyendo el pago en dinero por su trabajo. En respuesta, fuerzas de seguridad cercaron a los manifestantes, resultando en una masacre que dejó un saldo estimado de casi 500 víctimas.
La masacre es considerada un genocidio indígena, en el que se utilizó por primera vez un avión militar argentino. Las consecuencias incluyeron un profundo impacto cultural y el silenciamiento de las tradiciones y lenguas indígenas por parte de los sobrevivientes, quienes buscaron proteger a sus descendientes.
En mayo de 2022, se llevó a cabo un juicio histórico en el que se reconocieron oficialmente los hechos de 1924 y se dictaron medidas reparatorias. Este juicio calificó la masacre como un crimen de lesa humanidad.
Reseñas biográficas
Anahí Fiorella Gómez
Artista de la Nación Qom, de Colonia Aborigen Lote 38, Argentina. Nieta de sobrevivientes de la masacre de Napaalpí, utiliza la pintura y el canto para preservar la memoria de su comunidad y dar voz a quienes fueron silenciados en 1924. A través de sus obras, captura el espíritu, las luchas y las emociones de su tierra, manteniendo viva la cultura de su pueblo.
Camila Barcellone
Licenciada en Artes Combinadas (UBA), docente en Nuevos Medios en UMSA y en niveles medio y superior en Buenos Aires. Investiga el arte audiovisual a través de videoarte, instalaciones y performance, explorando tecnologías obsoletas y formatos accesibles. Ha expuesto en México, España, Argentina, el Centro Cultural Kirchner y el Parque de la Memoria. Es integrante de la colectiva La Porfía.
Paola Melissa Ferraris
Artista visual chilena radicada en Buenos Aires, Licenciada en Artes y Escultora por la Universidad de Chile. Ha realizado exposiciones individuales en Chile, Canadá y Argentina, y colectivas en diversos países de América y Europa. Participó en residencias artísticas en España, México y Argentina. Su obra aborda intersecciones entre lo personal, social y político. Integra la colectiva La Porfía.
Kekena Corvalán
Curadora, profesora y escritora. Ha desarrollado proyectos curatoriales en museos y espacios de toda América Latina. Creadora de las exposiciones transfeministas #paratodestode y de las siete ediciones del Campamento Artístico. Autora de libros como Artistas Latinoamericanas, Curaduría Afectiva, Curadurías del Fin del Mundo y Testigos son los cuervos, a la salud de los archivos, entre otros. Forma parte de la colectiva La Porfía y ha contribuido a compilaciones de textos nacionales e internacionales.