La obra consiste en tres pantallas instaladas a ras de suelo a los pies de las cariátides del segundo piso en el hall. Los videos muestran a la artista Juana Guerrero cavando en la arena azotada por las olas, sugiriendo una acción de rescate, semejante a la de los familiares de detenidos desaparecidos que buscan rastros del paradero de sus deudos.



La performance fue registrada tres veces a lo largo de tres años en la playa de Pisagua, ciudad donde funcionó un campo de concentración durante la dictadura cívico-militar de Pinochet.



“Esta importante caleta de la región de Tarapacá fue el espacio predilecto por los organismos represivos de la época para torturar y, en muchos, casos ocuparon Playa Blanca, contiguo a Pisagua, para llevar a cabo la operación militar conocida como 'Retiro de Televisores', que tenía como objetivo remover todas las tumbas clandestinas y arrojar los cuerpos al mar”, explica el curador.



El título de la obra se refiere a su insistencia ante un rescate utópico. “De esta manera los movimientos infructuosos de la artista son una consigna política que pueden ser asemejados a los incansables esfuerzos de las víctimas por quebrar el destino de un sistema político que ha negado sistemáticamente su responsabilidad en éstos y otros hechos dolorosos de la historia de nuestro país” concluye Rodolfo Andaur.



Ficha técnica: Video-performance, duración 4’30’’, 3 canales de video