El Arte, los marcos y las verdades ocultas

A raíz de las recientes declaraciones emitidas por Matías Mori, nieto de Camilo Mori, sobre la intervención de las obras de su abuelo en la exposición Luchas por el Arte del Museo Nacional de Bellas Artes, me permito aclarar algunos de los puntos clave relacionados con las acusaciones sobre la remoción de los marcos de las obras expuestas.

En primer lugar, es importante recalcar que deben ser descartadas las acusaciones de que se intervino las obras de Camilo Mori sin respetar los derechos morales de autor. El Departamento de Derechos Intelectuales del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural elaboró una minuta sobre este asunto, la cual fue publicada en agosto pasado y está disponible en el sitio web institucional del MNBA. Esta minuta presenta un análisis detallado y en concordancia con las normativas nacionales e internacionales sobre derechos de autor y patrimonio cultural, concluyendo que las intervenciones realizadas en las obras no vulneran los derechos morales de autor.

En cuanto a las obras El Boxeador y Autorretrato de Camilo Mori, expuestas en el museo, los hechos son muy distintos a lo que señala el nieto del autor sobre la integridad de las piezas. En el caso de El Boxeador, la remoción del marco ha permitido revelar detalles previamente ocultos, como el botín de un personaje secundario, lo que enriquece la apreciación de la obra. Por el contrario, en Autorretrato, al mantener el marco, se ocultan elementos esenciales de la obra, como partes del cuerpo del propio autor, los implementos que usó en el proceso creativo y hasta la firma del artista, lo que afecta la percepción original de la pieza.

Es importante destacar que los marcos, en general, no se consideran elementos imprescindibles de la obra, salvo en casos excepcionales en los que el diseño del marco cumple una función integral dentro de la composición misma. En el caso de las obras de Camilo Mori, no existe evidencia que sugiera que los marcos hayan sido concebidos por el autor como parte esencial de sus piezas.

Por lo tanto, las intervenciones realizadas son legales y cumplen con las normativas de conservación y difusión del patrimonio cultural, garantizando un acceso democrático y seguro al arte para un público más amplio, incluyendo personas con discapacidad, niños y niñas, y personas mayores.

Este enfoque curatorial no solo está alineado con las mejores prácticas internacionales en la gestión del patrimonio, sino que también promueve una reflexión más profunda sobre la relación entre el arte, la cultura y el acceso público, favoreciendo la inclusión y el entendimiento colectivo de nuestro legado cultural.

Agradecemos la atención prestada a esta aclaración y seguimos comprometidos con la protección y difusión del patrimonio cultural, respetando tanto los derechos de los autores, artistas e instituciones creativas, como el interés público.

Atentamente,

Claudio Patricio Ossa Rojas
Conservador del Registro de Propiedad Intelectual
Jefe del Departamento de Derechos Intelectuales
Servicio Nacional del Patrimonio Cultural