Con la curaduría de Mane Adaro, la muestra incluye fotografías, registros de performance y una instalación denominada Aguas, que a partir de la colaboración con otras mujeres, integra autorretratos captados durante un proceso reciente de limpieza del río Mapocho, realizado a modo de acción performática. Esta actividad que contó con el apoyo de la Municipalidad de Santiago y su programa de Voluntariado Comunal.
La instalación fue realizada por primera vez en 1991 en ciudad de México, como parte de la experiencia de la autora con la fotografía analógica. La escasez del líquido vital en dicha urbe, la llevó a cuestionar su rol personal y artístico en la cadena del consumo.
Nacida en Chillán, Chile, en 1949, Eugenia Vargas-Pereira ha expuesto su obra en prestigiosos eventos artísticos internacionales, incluyendo la Bienal de Venecia y la Bienal de Fotografía de Rotterdam. Su trabajo se encuentra en colecciones destacadas en todo el mundo, desde el Ludwig Forum für Internationale Kunst en Aquisgrán, Alemania, hasta el Centro de la Imagen en la Ciudad de México.
Desde sus primeros días como artista en los años 70, Vargas-Pereira buscó un lenguaje feminista, a través de la fotografía y la performance, desafiando convenciones y creando un cambio radical de perspectiva. Una parte de su labor ha puesto la mirada en los medios y mecanismos de la publicidad, el poder de la imagen y su rol en la creación y preservación de estereotipos asociados a la figura de la mujer contemporánea.
