En 1979, Carlos Altamirano inicia su Revisión crítica de la historia del arte chileno como trabajo de arte, que consistió en una investigación realizada desde el campo de la producción artística, dirigida a constatar cuáles eran las bases históricas de enunciación para su obra y la de sus contemporáneos. En otras palabras, él quería reconocer la consistencia de la tradición chilena en las prácticas contemporáneas.

Como parte de ese proyecto, imprimió y despachó por correo 500 volantes con la pregunta: "¿Existe un arte nacional?", seguido de: "Fundamente su respuesta". Además, ocupó una página de la revista CAL N° 3 para publicar un cuestionario e invitar a los lectores a que la intervinieran como soporte de arte. Con ello buscaba manifestar su malestar profundo por las lógicas narrativas de la historia de arte y de la historia nacional. Y además, proponer un arte social en que la interacción con los destinatarios fuera parte estructural de la obra. Hasta el día de hoy, ambos aspectos siguen siendo los ejes de su trabajo y son los ejes de este conversatorio.

De los volantes enviados por correo, Altamirano recibió una veintena de respuestas, que para el escenario artístico de la época significaron todo un éxito. Ese mismo año, los exhibió en la galería CAL y luego los guardó. La exposición O si no -que se presenta en el Museo Nacional de Bellas Artes entre el 26 de julio y el 22 de septiembre de 2019- reactiva el proyecto, volviendo a exhibir los volantes contestados, junto con reponer para él público actual la misma pregunta, proponiendo un juego con el tiempo que además se sirve de los actuales recursos tecnológicos. Los resultados también son parte de la exposición.

En este contexto, se lleva a cabo el conversatorio concebido como extensión de la muestra, que nuevamente lanza la provocación de preguntar y abre la oportunidad al debate acerca de la revisión crítica de la historia del arte en Chile y Latinoamérica. Altamirano, al completar el proceso de convocatoria 40 años después, nos invita a pensar cómo y por qué pasamos de la pintura de la historia -que motivó los afanes formativos de la Academia en 1849-, a la historia como problema de obra.

Plantear hoy la pregunta: ¿existe un arte nacional?, es una provocación anacrónica, si se considera la actual producción artística e historiográfica, la que es muy diferente a 1979, cuando los trabajos de Altamirano, Dittborn, Dávila, entre otros, abordaron el desmoronamiento del gran relato de la historia del arte y de la nación.

Fechas y horarios

Jueves 29 y viernes 30 de agosto | 15:30 a 18:15 h | Sin incripción

Auditorio José Miguel Blanco MNBA

Programa

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