"Una secreta incógnita me provoca una gran atracción por lo que dura un instante. Ahí encuentro mil preguntas que refuerzan mi asombro por lo efímero. Un instante es el responsable de todo lo demás".

María Angélica Echavarri.-

La trayectoria de la artista María Angélica Echavarri ha evolucionado desde la figuración y el color hacía la síntesis y abstracción de formas en la escultura. Autora de importantes obras en espacios públicos, en su exposición en el MNBA deja ver su preocupación por la importancia de los objetos creados más allá del uso de materiales tradicionales.

En su búsqueda la artista llegó al tejido del mimbre, una de las expresiones artesanales más típicas de la zona central de Chile: "Estuve apegada a los materiales tradicionales como el bronce, la piedra y el modelado, hasta que en un momento empecé a plantearme el desafío de trabajar con lo no durable y a reflexionar sobre el sentido de la trascendencia y permanencia de las cosas creadas. Ahí me conecté con el mimbre, una fibra vegetal que conocemos por su uso en el mobiliario y la cestería utilitaria, y que me sirve para representar lo efímero, lo que dura un instante o un segundo. Así enfrento lo breve que es la vida y la importancia que le damos al trascender", explica.

Sobre las esculturas de la exposición, que ocuparán los espacios dispuestos sobre el suelo y se verán suspendidas desde los muros y cielo de las salas del museo, Milan Ivelic, director del MNBA, ha expresado en el prólogo del catálogo: "...se ha liberado del peso y la solidez de los materiales tradicionales al reemplazarlos por el mimbre liviano y ligero; ha destrabado la escultura de su conexión con seres y objetos reconocibles. Se ha quedado sin piso y sin peso. Sin piso porque la liviandad de la fibra no requiere un sostén de base: no necesita aferrarse a un plinto para sujetarse. También sin peso porque la fibra es ligera, desafía a la fuerza de gravedad".

Trayectoria de la artista
María Angélica Echavarri, egresada de Pedagogía en Arte de la Universidad Católica, tomó clases de pintura en el taller de Ximena Cristi en Santiago y con Carlos Gorriarena en Buenos Aires. Llegó a la escultura en su paso por el taller del artista argentino Aurelio Macchi. Años más tarde, ya consagrada en el oficio de la escultura en piedra y bronce, se dedicó al estudio de las características de la fibra en la variedad de sauce chileno, de donde se obtiene el conocido mimbre, usado en la zona de Chimbarongo.