La colección Vicente Huidobro, compuesta originalmente por 32 esculturas provenientes del área subsahariana de África, tiene un gran valor como fondo etnográfico y testimonio de las fuentes de inspiración del poeta, de la época y la sociedad en la que vivió.

Probablemente, las esculturas fueron compradas por Vicente Huidobro a comerciantes en París. Se sabe que hasta 1990, los Senufo, Yohure y otras étnias, retenían piezas valiosas no destinadas a turistas o a comerciantes de curiosidades. Por la fecha de creación de las estatuillas, anterior a 1830, es posible que correspondan a manifestaciones atísticas de comunidades africanas que han desaparecido como entidades culturales, por lo cual son apreciadas como piezas únicas.

Hoy se conservan 30 de las 32 esculturas que fueron vendidas al Gobierno de Chile en 1930, por Manuela Portales Bello, esposa de Vicente Huidobro. En fecha posterior, la colección fue dividida en partes iguales y destinada al Museo Nacional de Bellas Artes y al Museo de Historia Natural.

Con ocasión de la muestra se publicará el libro-catálogo de la Colección de Esculturas Africanas del MNBA y MNHN, fruto de una investigación de más de diez años, realizada por el Dr. Carlos Montoya Aguilar.

"Los negros no imitan directamente a la Naturaleza. En sus obras hay una mayor transposición que en el arte europeo; son menos esclavos del objeto que los artistas blancos... Seguramente sus obras obedecen a leyes plásticas que conocen y que siguen con cierta fidelidad, pero como esas leyes son creadas por ellos, son verdades de su espíritu y no imposiciones de verdades externas, ellos no son esclavos, pues no se puede ser esclavo de sí mismo. Justamente, ese mayor alejamiento de la realidad es lo que prueba que en sus obras entra mayor cantidad de arte que en las obras que permanecen pegadas al mundo real. La verdad del arte empieza allí donde termina la verdad de la vida."

1926, Vicente Huidobro en Vientos Contrarios.