A lo largo de su carrera, Pablo Ferrer ha trabajado en torno al problema de la representación en la pintura proponiendo interesantes aproximaciones al estatuto del modelo. Sus pinturas toman como punto de partida la idea de que toda imagen arrastra un pasado sedimentado que retorna en ella.

Para la muestra ha construido una serie de lugares a partir de sus recuerdos, imágenes mentales de patios, dormitorios, cielos y sitios eriazos, cuyo común denominador es tratarse de espacios y locaciones que la pintura ha fijado "con la precisión de las sensaciones intensas y la extrañeza de la mirada actual".

El artista ha tomado diversas fuentes visuales, como álbumes familiares, la construcción de escenas en maquetas, fotografías y sus propios recuerdos. El título de la muestra en tanto, alude al modo en que llamaba durante su infancia al sitio eriazo en el que jugaba junto a sus amigos. Este título hace referencia también al sitio del suceso del imaginario policial y al Estado de Sitio, régimen político de excepción.

Junto a las pinturas, se presenta una maqueta de 3 x 2 x 1.5 metros, que funciona como metáfora arquitectónica de su memoria.

Sobre el proceso creativo el artista expresa: "En mis trabajos para El sitio siguen presentes las fuentes que acompañaron mi trabajo anterior, y sin embargo, el énfasis se ha deslizado hacia una imagen simulada que oculta su construcción o la exhibe de otra forma, es decir, en la superficie misma de la tela, que muestra un realismo más parco y menos ilusionista".

Sobre Pablo Ferrer
Nació en Santiago, en 1977. Estudió Licenciatura en Artes en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile entre 1999 y 2002. Obtuvo el Magíster en Artes Visuales en la misma institución en 2009. Se ha desempeñado como docente en cursos de dibujo, pintura y color en la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad Diego Portales.

En paralelo, ha realizado una investigación con medios como el video, explorando aquellos aspectos temporales que no se podían enunciar elocuentemente dentro del campo de la pintura.